La hipertensión es una de las principales causas evitables de morbilidad y mortalidad prematuras. La hipertensión se encuentra con frecuencia a partir de los 40 años, aunque puede aparecer a cualquier edad. En pacientes en adultos mayores se asocia con un deterioro acelerado del estado de salud y fragilidad (deterioro progresivo relacionado con la edad, con disminución de la función en múltiples órganos y sistemas, con menor respuesta a factores estresantes crónicos o agudos, y mayor vulnerabilidad ante los mismos).
La hipertensión arterial (HTA) es el factor de riesgo cardiovascular más frecuente y si no se controla adecuadamente puede repercutir en el normal funcionamiento de órganos como el corazón, el cerebro, o el riñón, ocasionando enfermedad coronaria, insuficiencia cardiaca, enfermedad cerebrovascular, enfermedad arterial de las extremidades inferiores, insuficiencia renal crónica y fibrilación auricular.
Disminuir las cifras de presión arterial facilita el control de los otros factores de riesgo (obesidad, dislipemia o diabetes).
Valores de presión arterial
- Presión arterial óptima: por debajo de 120/80 mmHg.
- Presión arterial normal: entre 120-129/80-84 mm.
- Presión arterial normal alta: entre 130-139/85-89 mm Hg.
- Si es diabético o tiene insuficiencia renal, cifras inferiores a 130/85 mm Hg.
- Se considera hipertensión arterial cuando las cifras son > 140/90 mm Hg tras al menos 2 mediciones de presión arterial en cada visita realizada y al menos en 2-3 visitas diferentes.
- Hipertensión de grado 1: entre 140–159 y/o 90–99
- hipertensión de grado 2: entre 160–179 y/o 100–109
- hipertensión de grado 3: ≥180 y/o ≥110
Síntomas de hipertensión
La mayoría de las personas con presión arterial alta no tienen síntomas, incluso con niveles peligrosamente altos y su descubrimiento puede ser casual, en una revisión médica o antes de una cirugía.
Algunas personas presentan dolores de cabeza frecuentes, hemorragias nasales espontáneas, sensación de inquietud, nerviosismo, etc. y, menos frecuentemente, presentar crisis hipertensiva, caracterizada por dolor de cabeza intenso, sensación de frialdad y angustia, palpitaciones y temblor.
Tratamiento de la hipertensión
Farmacológico suele incluir asociación de fármacos como diuréticos, inhibidores del sistema renina angiotensina (IECA), antagonistas de los receptores de angiotensina (ARA-II) calcioantagonistas y/o betabloqueantes, según la categoría de hipertensión (alta, normal, normal-alta… En pacientes mayores dependerá de las comorbilidades, diversos fármacos prescritos y la presencia de fragilidad.
Siempre debes tomar los fármacos para la presión arterial según indicación médica, sin omitir ninguna dosis ni interrumpir el tratamiento, aunque la presión arterial se haya normalizado. El tratamiento de la hipertensión suele mantenerse indefinidamente, porque interrumpirlo suele provocar nuevas subidas de la presión arterial. En los pacientes que hayan tenido éxito implementando cambios en el estilo de vida, es posible reducir gradualmente la dosis o el número de fármacos, para evitar nuevas elevaciones de la presión arterial, siempre por indicación médica.
Los pacientes requieren revisiones frecuentes para ajuste de tratamiento. Una vez controlada la presión arterial se ha controlado y el paciente está estable, las revisiones se van espaciando.
Medidas no farmacológicas, basadas en un estilo de vida saludable, reducen la presión arterial y facilitan el control de los otros factores de riesgo (obesidad, dislipemia o diabetes).
Las modificaciones en el estilo de vida están indicadas para todo paciente con presión arterial normal alta o hipertensión, para retrasar la necesidad del tratamiento farmacológico o complementar el efecto hipotensor del tratamiento farmacológico.
Recomendaciones
- Restricción del consumo de sal, puede disminuir hasta más de 5 mmHg la presión arterial en pacientes hipertensos.
- Dieta mediterránea o similar, basada en verduras, frutas, legumbres, pescado, aves… ácidos grasos insaturados (aceite de oliva), lácteos bajos en grasas, bajo consumo de carnes rojas, evitar alimentos de alto contenido en sal y alimentos ultraprocesados.
- Control del peso.
- El ejercicio físico regular, ayuda a disminuir las cifras de presión arterial.
- Consume moderadamente y/o elimina el alcohol.
- Abandona el tabaco.
- Toma la medicación prescrita por el médico… NO TE AUTOMEDIQUES.
- Mide periódicamente la presión arterial, según indicaciones de tu médico y/o enfermera y lleva un registro para enseñárselo en las visitas de seguimiento.
Medición de la presión arterial
La presión arterial se mide con los esfigmomanómetros (tensiómetros),mediante un brazalete que se coloca alrededor de la parte superior del brazo ( ajustado al tamaño del brazo, si es demasiado grande o demasiado pequeño, pueden variar las cifras de presión arterial).Los esfingomanómetros deben estar validados y homologados reglamentariamente. Los dispositivos que miden la presión arterial en la muñeca y en el dedo de la mano pueden dar cifras de presión arterial menos fiables.
La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) y muestra 2 valores:
- El primer valor, el superior, se llama presión sistólica y corresponde con la presión de las arterias durante el latido cardiaco.
- El segundo valor, el inferior, se llama presión diastólica y mide la presión de las arterias entre los latidos.
La primera vez que se mida la presión arterial, debe medirse en ambos brazos y si hay diferencia de cifras de presión arterial, tener en cuenta el valor más alto. Ese brazo será en el que se tomé siempre la presión arterial.
Medición con brazalete
- Manual o auscultatorio
El aparato más comúnmente utilizado es el aneroide. Registra la presión mecánicamente mediante una especie de fuelle que se expande según se va incrementando la presión del manguito y tabula con un reloj en escala en milímetros de mercurio de 0 a 300. El inflado y desinflado del manguito es manual, a través de una pera de goma con válvula. Se recomienda su calibración cada seis meses.
Requiere el uso de un fonendoscopio para escuchar los sonidos en la arteria braquial. El brazalete se coloca alrededor del brazo de un paciente, y se insufla hasta alcanzar una presión superior a su presión sanguínea sistólica, impidiendo el flujo de sangre por la arteria. Al desinflar progresivamente, cuando la presión en el manguito coincide con la presión sistólica del paciente, se empieza a escuchar el primer sonido, valor superior que indica la presión sistólica real. Cuando la presión del manguito es inferior a la presión diastólica, el último sonido da el valor la presión arterial diastólica. Este método requiere de personal entrenado en escuchar los sonidos, un ambiente silencioso y unos aparatos de medida adecuados.
- Automático u oscilométrico
Los aparatos, automáticos o semiautomáticos, tienen bajo costo y son de fácil manejo, pero es muy importante, la validación de los dispositivos, para asegurar una medición fiable. La elección es el esfigmomanómetro automático de brazo, porque la inmensa mayoría de los aparatos de muñeca no están validados.
El brazalete se coloca igualmente alrededor de la parte superior del brazo, siendo inflado y desinflado por un compresor y el tensiómetro dispone de un sensor de presión electrónico calibrado que analiza las oscilaciones de la arteria del brazo o la muñeca al colapsarla con el manguito. El inflado del manguito puede ser tanto manual como automático y en forma programable. Al alcanzar la presión sistólica, incrementa las oscilaciones y según se va disminuyendo la presión en el manguito, las oscilaciones se hacen más amplias hasta que al alcanzar la presión media, empiezan a disminuir. El punto de mayor disminución se considera la presión diastólica, reflejado por un cambio brusco de las oscilaciones.
Recomendaciones para medir correctamente la presión arterial:
- Los aparatos deben estar perfectamente calibrados siguiendo las instrucciones del fabricante, para evitar mediciones erróneas y ajustar adecuadamente el tratamiento farmacológico,
- El manguito debe cubrir el 80% de la circunferencia del brazo y dos tercios de la
- longitud de este, con un sistema de cierre (tipo velcro) que asegure el correcto ajuste del mismo.
- El manguito estándar, para la mayoría de los pacientes, medirá 12-13 cm de ancho y 35 cm de largo
- Estar relajado y tranquilo, tras 5 minutos en reposo y sin haber fumado, sin haber tomado ninguna sustancia estimulante, como el café o alcohol, con la vejiga vacía y sin tener dolor o síntomas como angustia, náuseas…Nunca realizar la medición recién levantado de la cama.
- Estar sentado cómodo, con la espalda, brazos y pies apoyados, sin cruzar.
- El brazo de la medición, libre de ropa y sin compresión, estará apoyado sobre una mesa y situado a la altura del corazón.
- No hablar ni mover el brazo durante la medición.
- Registrar las cifras, anotando la fecha y la hora de la medición.
Concepción Fernández
Actualizado junio 2023