Reanimación cardiopulmonar
Cómo actuar ante una parada cardiaca
En España cada año se producen alrededor de 30.000 paradas cardiacas, con una supervivencia en torno al 5%. Los diferentes estudios realizados demuestran que una actuación precoz hace posible que se incremente la supervivencia hasta un 70%, por eso es de vital importancia educar a la población en general en RCP (Reanimación Cardio Pulmonar) básica: reconocer una parada cardiaca y actuar sin pérdida de tiempo.
La actuación precoz no solo consigue que aumente la supervivencia, sino que también ayuda a que no queden secuelas.
Cada vez más se están implantando los desfibriladores en zonas públicas, lo que incrementa el índice de supervivencia. Estos desfibriladores son semiautomáticos (DESA) y la población también debe estar educada en su uso, ya que es vital el inicio de RCP precoz y la utilización de estos dispositivos para aumentar la supervivencia y reducir las secuelas.
Hoy en día existen diferentes programas para concienciar a la gente y enseñar a identificar una parada, así como a actuar ante ella de forma inmediata (Proyecto salvar vidas, Programa Acude e Axuda, Sociedad Española de Cardiología...)
Cadena de supervivencia
Los pasos y acciones que debemos seguir están bien definidos en lo que llamamos CADENA DE SUPERVIVENCIA.
Entre un paso y otro no se debe perder tiempo.
Una vez reconocida la PCR y avisados los servicios de Emergencia 112 o 061, iniciaremos sin pérdida de tiempo las compresiones y las ventilaciones.
Reconocer una parada cardiorrespiratoria
Una PCR se define como cese brusco, inesperado y potencialmente reversible del latido cardiaco y de la respiración. Ante una PCR debemos empezar cuanto antes la RCP. La RCP es el conjunto de maniobras que se dirigen primero a sustituir y después a restaurar el latido cardiaco y la respiración.
Si nos encontramos con una persona inconsciente lo primero será evaluar la situación:
- Valorar el nivel de conciencia: está consciente o inconsciente: para eso la llamaremos y estimularemos, sacudiéndola por los hombros. Si se mueve o farfulla significa que respira y tiene pulso, avisaremos a emergencias y vigilaremos.
a.- En caso de que no responda y respire: lo colocaremos en posición de seguridad (decúbito lateral), cuando no sospechemos de lesión medular, y avisaremos a emergencias, no lo dejaremos solo y vigilaremos su evolución hasta que llegue el equipo de emergencias. Su situación puede cambiar.
b.- En caso de que no responda ni respire estamos ante una PCR y es vital iniciar la reanimación sin pérdida de tiempo.
- Valorar si respira o no: VER-OÍR-SENTIR. Si no se sospecha de riesgo de lesión de medular, colocaremos al paciente boca arriba (decúbito supino) y echaremos hacia atrás la cabeza hiperextendiendo el cuello, colocando una mano en la frente y otra en la mandíbula (maniobra frente-mentón) para despejar las vías aéreas. Comprobaremos si respira colocando nuestra mejilla cerca de su boca y nariz, mirando hacia su pecho para Ver si sube y baja el tórax, Oír la respiración y Sentir si respira.
En dicha valoración no debemos tardar más de 10 segundos, para no perder tiempo ya que es de vital importancia.
- Si NO RESPONDE y NO RESPIRA está en PCR: avisar sin demora a los servicios de urgencias 112 o 061 e iniciar RCP inmediatamente.
Al ponernos en contacto con los servicios de emergencias aportaremos la mayor cantidad de información que podamos: tiempo transcurrido, situación, cómo ha ocurrido en caso de haberlo presenciado...
Emergencias nos irá indicando en todo momento lo que debemos hacer y nos indicarán la situación del DESA más cercano.
En caso de no estar sólo, la otra persona será la encargada de llamar a emergencias e ir a buscar el DESA más cercano.
Una vez tengamos el DESA lo conectaremos y seguiremos sus instrucciones.
Cuando llegue la ayuda medicalizada nos apartaremos y los dejaremos trabajar, pero les informaremos de lo que hemos hecho.
¿Cómo realizar compresiones y ventilaciones?
Se empieza primero con 30 compresiones torácicas y después dos ventilaciones, tanto si hay uno o más reanimadores. Hay dos excepciones, por las que se empiezan primero con las ventilaciones y después las compresiones, es en niños y en ahogados (5 ventilaciones de rescate).
- Compresiones:
- Las compresiones se harán con los brazos estirados (no doblar los codos) y comprimiendo aproximadamente un tercio del tórax (5-6 cm). Utilizando las dos manos, con los dedos del reanimador entrelazados. Colocaremos las manos en el centro del tórax, entre los dos pezones.
- Se deben realizar entre 100-120 compresiones por minutos, dejando que se descomprima de todo el tórax, entre compresión y compresión.
- Para llevar el ritmo de las compresiones hay una canción que nos ayuda y es la “ Macarena”.
- Muy importante: valorar que hay signos de vida cada 2 minutos.
- Ventilación:
- Asegurar la apertura de vía aérea con la maniobra frente-mentón.
- Inspirar y cubrir con la boca del reanimador la boca, asegurando un buen sellado.
- Insuflar de forma sostenida en la boca alrededor de 1 segundo , con una fuerza y volumen suficientes para producir una elevación visible del tórax.
- Mantener vía aérea abierta, separar boca de la víctima y observar que su pecho desciende cuando sale el aire.
- Inspirar de nuevo y repetir la secuencia.
- En caso de no poder o no querer realizar ventilaciones (no conocemos a la víctima, riesgo de vómito, etc) no es preciso realizarlas, pero seguiremos realizando las compresiones.
Cómo usar un DESA
- Coloque un parche bajo la axila izqda.
- El otro parche bajo la clavícula derecha, cerca del esternón.
- Si hay más de un reanimador: no interrumpir la RCP.
- Siga las instrucciones verbales/visuales.
- Sepárese y dé la descarga (si así lo indica el aparato).
- Continúe la RCP (salvo que esté seguro que la víctima se ha recuperado y comienza a respirar con normalidad.
Contenido elaborado por: Concepción Fernández. Marzo 2018.