El corazón funciona como una bomba que genera automáticamente impulsos eléctricos y los transmite de manera coordinada a todas las células miocárdicas, en forma de latidos. En condiciones normales, Cuando el corazón está sano, el ritmo cardiaco establecido como normal entre 60 y 100 latidos por minutos (lpm); con el ejercicio y las emociones puede alcanzar hasta 150-160 latidos por minuto, dependiendo de diversas causas, como la edad.
Cuando el sistema eléctrico del corazón falla y el número de latidos cardiacos aumenta en exceso o se produce una actividad eléctrica desorganizada, se producen arritmias (taquicardia ventricular y fibrilación ventricular) e incluso una parada cardiaca., siendo necesario actuar rápidamente con la aplicación brusca y breve de una corriente eléctrica de alto voltaje (desfibrilación).
El desfibrilador automático implantable se ha convertido en los últimos años en una de las principales opciones terapéuticas en los pacientes con arritmias ventriculares malignas, muerte súbita cardiaca o elevado riesgo de desarrollarlas, y en todos los casos en que los pacientes ya han sufrido una parada cardiaca de la que ya se han recuperado, salvo en aquéllos en los que la parada cardiaca haya sido en el contexto de un infarto agudo de miocardio. Es un dispositivo similar a un marcapasos que permite registrar y almacenar los episodios arrítmicos y puede realizar las funciones de desfibrilación, cardioversión eléctrica sincronizada, estimulación antibradicardia (función marcapasos), función antitaquicardia (sobreestimulación), sistema de control para vigilar el correcto funcionamiento de todos sus componentes. La decisión de cuál es el Desfibrilador más adecuado se toma por parte del equipo médico, según el tipo de arritmia y/o enfermedad cardiaca, siempre con un seguimiento periódico por si precisara ajustes y/o cambio de alguna de las funciones.
El sistema DAI se compone de 3 partes fundamentales -el generador de impulsos- distintos componentes eléctricos y electrónicos (como un ordenador), una batería y unos condensadores que ocupan gran parte del espacio del DAI -los electrodos- cables recubiertos que transmiten las señales del corazón a los circuitos (función de detección o vigilancia) y transmiten los impulsos eléctricos necesarios para el tratamiento de las arritmias y -el programador externo- ordenador que permanece en la consulta y permite controlar y modificar los parámetros del dispositivo según los eventos registrados, a través de radiofrecuencia.
El DAI no evita la progresión de la enfermedad cardiaca de base y el paciente debe tomar igualmente el tratamiento médico prescrito.
Se puede poner como prevención primaria, para impedir la aparición de arritmias potencialmente mortales, como taquicardia ventricular o fibrilación ventricular en pacientes de alto riesgo, o como prevención secundaria para evitar las recidivas en aquellos pacientes recuperados de muerte súbita o que ya han presentado al menos un episodio de arritmias ventriculares sintomáticas.
La vida de un DAI varía con el número de descargas entregadas y el porcentaje detección y estimulación cardiaca que determinará la longevidad del dispositivo, tema de gran preocupación para todos nuestros pacientes. En condiciones normales, la duración de los dispositivos actuales se sitúa entre cinco y ocho años.
El médico y/o enfermera sabrán con meses de antelación cuándo la batería está baja y le programará con tiempo el recambio de la misma. Es una intervención quirúrgica sencilla, en la que se abre de nuevo la zona dónde está alojado el generador, se desconecta el electrodo del generador, y se conecta un nuevo generador. Sólo en contadas ocasiones, será necesario cambiar el sistema al completo.
Algunos DAI emiten señales de alarma, como pitidos o vibraciones para alertar al paciente de que debe acudir a su centro de seguimiento, habitualmente relacionados con el estado de la batería o de los electrodos; pero también la proximidad a un campo magnético puede interferir en el funcionamiento del dispositivo, en este caso bastará con alejarse de la fuente de emisión del campo magnético. Suelen repetir los pitidos o vibraciones con una periodicidad programada (una vez al día, cada 4-6 horas) según el fabricante y el motivo de la alarma.
La implantación de un DAI es una cirugía corta. En el quirófano o sala de la Unidad de arritmias, la enfermera le colocará unos electrodos en el pecho (electrocardiograma tensión, oxigenación, etc.) y le rasurarán y desinfectarán la zona donde se colocará el dispositivo. La intervención es generalmente bajo anestesia local durante casi todo el procedimiento, con el paciente despierto, salvo en las ocasiones que sea necesario comprobar el correcto funcionamiento, en las que se aplicará una sedación general solo durante unos pocos minutos. El generador se implanta superficialmente, por debajo de la clavícula izquierda (similar al implante de un marcapasos) y los electrodos se conectan por un extremo al generador y a través de las venas, se hacen llegar a las cavidades cardiacas. Las complicaciones son muy poco frecuentes, la más grave es la infección de la bolsa (zona donde se aloja el generador) que puede llegar a ser grave y requerir la explantación de todo el dispositivo. Pueden aparecer de forma temprana o años después de haber sido implantado el dispositivo. Es muy importante realizar un diagnóstico temprano por lo que se recomienda la vigilancia de la zona
Es importante que tiene la inmovilidad del brazo próximo al dispositivo, así como mantener reposo relativo en cama y en decúbito supino durante aproximadamente 24 horas, para evitar el desplazamiento del electrodo y el sangrado post-quirúrgico.
Si todo va bien, a las 24h puedes volver a casa.
El seguimiento ambulatorio periódico (presencial o remoto, a través de sistemas de monitorización domiciliaria que transfieren toda la información de los DAI a la consulta de seguimiento) de los pacientes portadores de DAI, permite evaluar el estado general del paciente y todos los parámetros del dispositivo y revisar los eventos de episodios arrítmicos. El seguimiento será determinante para modificar o no la programación y el tratamiento, garantizar el correcto funcionamiento del dispositivo y, junto con su mejoría clínica, la óptima adaptación del paciente a su vida diaria, detectando precozmente posibles disfunciones del dispositivo y minimizar los riesgos para el paciente.
Consejos
- Solicita la tarjeta de Portador de Desfibrilador Implantable; deberás rellenar un formulario con los datos facilitados por tu médico y enviarlo por correo postal a la dirección que te indiquen (Sociedad Española de Cardiología). Llévala siempre contigo y enseña la tarjeta a todo el personal sanitario encargado de su salud, así como al personal encargado de la seguridad de los aeropuertos, juzgados, ayuntamientos, etc., para evitar los sistemas de detección de metales.
- El primer día debes tener el brazo izquierdo inmóvil y desde el segundo día puede hacer movimientos suaves, pero sin levantarlo por encima del nivel del hombro, evitar movimientos bruscos durante y no cargar pesos superiores a 5 kilos hasta que visto en 1ª revisión, tu médico lo autorice. Tu médico y/o enfermera te indicarán cuando podrás reanudar tus actividades habituales, aficiones, deportes.
- Sigue un estilo de vida cardiosaludable.
- No lleves ropa apretada sobre el marcapasos ni uses mochilas ni sujetadores con tirantes muy apretados.
- Las primeras semanas evita situaciones de riesgo estando solo en casa, como es subirse a una escalera, ducharse…
- El ejercicio es una actividad saludable y necesario para conservar la salud cardiovascular. Inicia la actividad física acompañado, por si te diera un desmayo inoportuno; los mareos no se los produce el desfibrilador sino la arritmia.
- Evita los deportes de contacto en los que existe el riesgo de recibir golpes en la zona del implante, ya que pueden alterar el funcionamiento del DAI. En caso de practicar la caza, deberá utilizar para disparar el lado opuesto al lugar dónde está implantado el DAI. En algunos casos, el médico puede aconsejar evitar los deportes de contacto por tiempo indefinido.
- Puedes tomar el sol con precaución, una exposición durante horas podría recalentar el metal que envuelve al DAI y producir una quemadura interna.
- Utiliza el teléfono móvil alejándolo colocándolo sobre el oído opuesto al lado donde esté ubicado el DAI y trasportándolo en la chaqueta o cinturón opuestos a la zona del DAI.
- Puedes utilizar aparatos de rayos X, controles remotos de televisión (mandos a distancia), transmisores de televisión, hornos de microondas, detectores de metales, almohadillas eléctricas, radios de aficionados, afeitadoras eléctricas y mantas eléctricas, siempre que los aparatos se hallen en buen estado de conservación, tengan toma a tierra y no se coloquen sobre la zona donde se halla el DAI. Los sistemas de cocina y hornos por inducción, pueden producir interferencias con su sistema DAI por lo que se recomienda mantenerse a 60 cm de la fuente de inducción.
- Procura mantenerte alejado de imanes, bobinas de ignición, altavoces, arcos voltaicos, grandes generadores, centrales eléctricas, aparatos de radioaficionados y radioteléfonos, pueden inhibir el DAI; si sucede, sepárate de la fuente de interferencias inmediatamente y el DAI estará de nuevo normofuncionante.
- Sigue el tratamiento médico de los factores de riesgo cardiovascular y/o cardiopatía previa al implante del DAI, salvo cambios recomendados de forma específica por tu médico.
- Puedes mantener relaciones sexuales con toda normalidad y en caso de tener una descarga durante las relaciones sexuales su pareja no sufrirá ningún daño.
- Evita conducir y viajar las primeras 4 semanas, en especial trayectos largos. Las pautas de la American Heart Association (Asociación Estadounidense del Corazón) desaconsejan conducir durante los primeros seis meses después del procedimiento si el desfibrilador cardioversor implantable se implanta porque haber tenido un paro cardiaco o una arritmia ventricular y generalmente, no se puede obtener una licencia de conducir comercial si tienes un desfibrilador cardioversor implantable.
- Ante cualquier procedimiento dental o médico no relacionado con el DAI, informa a los dentistas, médicos y/o técnicos de que llevas un DAI implantado. Quizá necesiten consultar a tu cardiólogo antes de realizar el procedimiento, aunque es improbable que la mayoría de los procedimientos dentales y médicos interfieran con el funcionamiento del dispositivo, algunos pueden requerir medidas de precaución que prevengan o minimicen cualquier interferencia. Las radiografías normales, las ecografías y los escáneres no producen alteraciones, pero sí la radioterapia, la diatermia (corrientes) y la cauterización con bisturí eléctrico; antes de realizar una resonancia magnética nuclear (RMN), consulta a tu médico.
- Acude puntualmente a las citas para el control del DAI, pero estas revisiones, no sustituyen a otras consultas de distintos problemas de salud que puedas tener (hipertensión, diabetes...) y el hecho de llevar un DAI no interfiere con las medicaciones que puedas necesitar.
- Lleva siempre un informe clínico completo, tanto de tu patología general y/o cardiaca y un informe del implante del DAI, con los datos del mismo y los parámetros medidos y con los que queda programado.
- Vigila si la zona en la que está implantado el generador ha aumentado de tamaño y/o ha cambiado de color:
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- Hinchazón tras el implante suele darse en pacientes anticoagulados con Sintrom®, nuevos anticoagulantes y/o heparina subcutánea. El motivo puede ser un sangrado que se acumula en la zona de la bolsa del generador y que forma un hematoma abultado.
- Signos de infección: fiebre, dolor, sensibilidad dolorosa al tacto, hinchazón, enrojecimiento o drenaje de la herida. Si en cualquier momento, aunque haya tiempo, aparece hinchazón en la zona con enrojecimiento local y dolor y especialmente si se acompaña de fiebre debes consultar inmediatamente ante la sospecha de infección. Ante la duda tómese la temperatura dos veces al día y si está elevada, aunque no sea mucho, debe consultar.
- Consulta siempre:
- Si presentas un episodio de fiebre que dure más de dos o tres días sin una causa aparente durante las primeras semanas tras el implante.
- Si la herida de la incisión enrojece, está caliente y/o supura.
- Cuando recibas el primer choque, es recomendable acudir a tu cardiólogo.
- Si tienes varios choques consecutivos, acude a urgencias. Cuando sólo es un choque y, especialmente, si es precedido de algún síntoma, puedes seguir haciendo tu vida normal y acudir a su revisión rutinaria.
- Si sientes descargas con frecuencia, aunque no sean consecutivas, debes adelantar la cita con el cardiólogo.
- Cuando oigas señales acústicas que proceden del desfibrilador (antes de avisar al cardiólogo asegúrate de que no hay otra fuente cercana de “pitidos” que pueda confundirte).
- Cuando tengas previsto hacer un viaje largo, de varios meses, para asegurar las próximas revisiones.
- Si empeora su situación clínica, especialmente si nota un aumento de la fatiga, dolor en el pecho, palpitaciones o mareos intensos.
Contenido elaborado por: Concepción Fernández. Mayo 2020.