La enfermedad vascular periférica compromete múltiples territorios y por lo tanto puede presentarse de manera muy variada (desde completamente asintomática a síntomas incapacitantes). El cambio en los hábitos de vida(dieta cardiosaludable, baja en grasa, ejercicio físico, control del peso, eliminación del tabaco…) está indicado en todos los estadios de la enfermedad, y el tratamiento farmacológico persigue mejorar la distancia de claudicación y proteger el corazón.
Terapia trombolítica. Si un coágulo sanguíneo obstruye una arteria, es posible administrar un medicamento para disolver el coágulo directamente en la arteria afectada.
La cirugía vascular periférica permite tratar las enfermedades de las arterias periféricas, restableciendo el flujo sanguíneo(revascularización)a las extremidades inferiores, eliminando el dolor, el adormecimiento o la necesidad de amputación. Puede realizarse mediante procedimientos endovasculares ( insertando un catéter, generalmente a través de la ingle hasta la arteria afectada) o con cirugía vascular, accediendo a la arteria a través de una incisión en la piel. En ocasiones, en pacientes con muchas lesiones, se realizan ambos procedimientos (revascularización híbrida), mediante procedimiento endovascular para conseguir mayor cantidad de flujo directo al pie y cirugía abierta para la enfermedad femoral/ infrainguinal.
La elección del procedimiento adecuado dependerá de la presencia de comorbilidades, la localización anatómica de la isquemia, la extensión de las lesiones arteriales y el balance riesgo/beneficio de la intervención, . Su cirujano le indicará la más adecuada en su caso y tomará una decisión compartida con usted.
Tanto el tratamiento endovascular, como la cirugía, han resultado eficaces para el alivio sintomático del paciente con claudicación intermitente, mejorar la distancia de deambulación y la calidad de vida, pero son procedimientos que pueden presentar complicaciones y deben limitarse a aquellos pacientes que no respondan favorablemente al ejercicio o que tengan síntomas invalidantes que alteren significativamente las actividades de la vida diaria. La revascularización generalmente está indicada en pacientes con claudicación intermitente que no responde a la terapia conservadora, en pacientes con isquemia crítica de la extremidad o en casos de isquemia aguda de extremidades.
Concepción Fernández
Actualizado octubre 2023