Para funcionar correctamente, el corazón necesita la energía (oxígeno y nutrientes) que le llegan a través de las arterias coronarias. Existen normalmente 2 arterias coronarias, derecha e izquierda; la izquierda, además, se divide en dos ramas principales (descendente anterior, arteria principal del corazón, y arteria circunfleja), de las que derivan las ramas diagonales y marginales. La obstrucción de las arterias coronarias provoca un desequilibrio entre el aporte de oxígeno y las demandas del corazón, reduce la capacidad del músculo cardiaco de bombear sangre y también puede provocar ritmos cardiacos anormales graves.
La causa más común de enfermedad coronaria es la ateroesclerosis, formación de placas de colágeno y acumulación de lípidos (grasas) y células inflamatorias (linfocitos) en las paredes de las arterias que restringen el flujo sanguíneo. La formación de placa, surge de forma lenta a medida que las arterias se bloquean con el tiempo y puede no dar síntomas hasta que se produce la isquemia miocárdica (angina de pecho estable). Cuando la arteria se bloquea de forma repentina, provoca una falta de oxigenación del miocardio que da lugar al síndrome coronario agudo (angina inestable e infarto agudo de miocardio). La enfermedad aterosclerótica puede afectar también a las arterias del cuello o del cerebro (ictus) a las arterias renales (insuficiencia renal) y provocar aneurismas (dilataciones de las arterias) o problemas de riego en las piernas (isquemia arterial).
Existen diferentes factores de riesgo que pueden afectar a estas arterias: tabaco, diabetes, hipertensión arterial, aumento del colesterol, obesidad, estrés, etc. Los antecedentes familiares también pueden ser importantes.
Su médico generalmente puede diagnosticar la enfermedad de las arterias coronarias en base a tu historia médica, sus factores de riesgo, un examen físico, y los resultados de pruebas diagnósticas.
Las opciones de tratamiento son la medicación antianginosa, las técnicas para abrir las obstrucciones desde el interior de las propias coronarias (angioplastia y stent) y/o la intervención quirúrgica (puente coronario o by-pass coronario), indicada en anginas refractarias al tratamiento médico y en las obstrucciones en las que por su localización o extensión peligra la vida del paciente. La elección entre la angioplastia y la intervención quirúrgica debe ser siempre consensuada por un equipo multidisciplinar (cardiólogos y cirujanos cardiovasculares).
Procedimiento quirúrgico
La técnica de derivación coronaria, más conocida como “bypass”, permite establecer un puente entre la aorta y la parte distal de la arteria coronaria afectada por la obstrucción, mediante el injerto de las venas safenas internas (situadas en la cara interna de cada pierna), una o ambas arterias mamarias (situadas en el interior de la pared torácica, a cada uno de los lados del esternón) y/o las arterias radiales (en el antebrazo, desde el codo a la muñeca), para volver a aportar la cantidad normal de sangre que necesita el músculo cardiaco.
La cirugía puede realizarse mediante:
- Esternotomía media, con incisión longitudinal del hueso esternal y canulación de los grandes vasos del tórax.
- Mínimo acceso (esternotomías parciales altas o bajas, minitoracotomías laterales, izquierdas o derechas), en la que no es necesario abrir el esternón para tener acceso al corazón y se realiza solamente una pequeña incisión de 3 pulgadas en el centro del pecho o en un lateral.
- Acceso endoscópico total, con varias incisiones de media pulgada denominadas «puertos», en el pecho, entre las costillas y con la ayuda de un endoscopio con videocámara.
La decisión de una u otra técnica dependerá del tipo de cirugía, la constitución y/o del paciente y la presencia de otras enfermedades, tales como enfermedad pulmonar o endurecimiento de las arterias.
Dependiendo del tipo de cirugía y de cada paciente, para realizar el by-pass coronario, puede dejarse el corazón latiendo o ser necesario pararlo y vaciarlo, utilizando la máquina de circulación extracorpórea, que sustituye la función del corazón y de los pulmones, y una solución fría rica en potasio (llamada cardioplejia) que consigue que el corazón se encuentre relajado, minimizándose su daño durante la intervención.
Complicaciones
La cirugía de bypass de la arteria coronaria es una cirugía que puede presentar complicaciones durante o después del procedimiento, como sangrado (puede requerir reintervención quirúrgica), infarto de miocardio, fallo cardiaco, alteraciones del ritmo cardiaco (arritmias), accidentes cerebrovasculares, alteraciones de la función cognitiva, problemas pulmonares, deterioro de la función renal y/o infección de la herida quirúrgica.
Concepción Fernández. Actualizado septiembre 2023