Las arritmias son un conjunto de enfermedades cardiacas caracterizados por la pérdida del ritmo cardíaco normal (cualquier alteración en el origen, la frecuencia, la regularidad o la conducción del impulso cardiaco.) por ser inadecuadamente rápido (taquicardia) o lento (bradicardia) o cuando los impulsos eléctricos siguen vías o trayectos anómalos. Los ritmos anormales pueden ser regulares o irregulares.
Las arritmias leves pueden presentarse por consumo excesivo de alcohol o de tabaco, por estrés o por el ejercicio. La hiperactividad o el bajo rendimiento del tiroides y algunos fármacos, como los utilizados para el tratamiento de las enfermedades pulmonares y la hipertensión, también pueden alterar la frecuencia y el ritmo cardíaco.
La causa más frecuente de las arritmias es una enfermedad cardíaca, en particular la enfermedad de las arterias coronarias, el mal funcionamiento de las válvulas y la insuficiencia cardíaca.
Las manifestaciones clínicas de las arritmias son variadas, incluso algunas pueden cursar sin síntomas, pero también originar la muerte. Los síntomas más frecuentes son: palpitaciones, (“sensación de golpes en el pecho” y a veces con latidos rápidos en el cuello),disnea(“sensación subjetiva de falta de aire”, con sensación de malestar general, y normalmente relacionada con el ejercicio) , palidez, sudoración o diaforesis, angina (la taquicardia produce angina al aumentar el consumo de oxígeno del miocardio), síncope ( pérdida de conocimiento por la disminución de la circulación cerebral, con recuperación completa sin secuelas) , síntomas neurológicos, insuficiencia cardiaca y PARADA CARDIORRESPIRATORIA (PCR) Y MUERTE SÚBITA, formas más mortales de las arritmias.
Si el paciente tolera bien la arritmia, probablemente no haga falta hacerle nada y si la arritmia provoca síntomas importantes o si genera riesgos de padecer una arritmia más grave o una complicación de la arritmia se prescribirán fármacos para controlar la frecuencia cardíaca o para que se restablezca el ritmo... eléctricos en el corazón y puede restablecer el ritmo cardíaco normal. En latidos cardíacos acelerados (taquicardias), los tratamientos pueden incluir otros tratamientos como la cardioversión eléctrica o la ablación por radiofrecuencia o implante de dispositivos, como el marcapasos y el desfibrilador automático implantable.
Consejos
- Dieta cardiosaludable, como la mediterránea, rica en frutas y verduras.
- Ejercicio físico aeróbico (caminar, nadar o montar en bicicleta de paseo), 20-30 minutos al día, 4-5 días a la semana, e ir aumentando de forma progresiva. Evitar siempre la actividad física después de las comidas o ante temperaturas extremas.
- Dejar de fumar. Consulta con tu médico y/o enfermera sobre las estrategias o los programas para ayudarte a abandonar el hábito. El esperable aumento de peso (una media de 5 kg) y los beneficios para la salud de abandonar el tabaco compensan sobradamente el riesgo de aumentar de peso. El tabaquismo pasivo aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascuar.
- Cuida tu peso. Perímetro abdominal 102cm en varones y 88cm en mujeres.
- Controla la presión arterial (< 140/85 mmHg) y los niveles de colesterol (Colesterol malo (LDL) < 115 mg/dl en personas de bajo riesgo; si el riesgo es alto < 100 mg/dl y si es muy LDL <70 mg/dl. Colesterol bueno (HDL) > 40 en varones y >45 en mujeres. Triglicéridos < 150mg/dl). Las personas con niveles elevados tienen un riesgo incrementado de sufrir síndromes coronarios. Haz cambios en el estilo de vida y toma los medicamentos según se te hayan recetado.
- Beber alcohol con mesura. El consumo de alcohol se asocia a múltiples riesgos para la salud (TA, arritmias cardiacas, miocardiopatía, muerte súbita y accidentes cerebrovasculares) y puede hacer que el corazón aumente de tamaño (se dilate) y se contraiga muy débilmente.
- Toma siempre el TRATAMIENTO MÉDICO prescrito y asiste a consultas de seguimiento regulares con el médico. Habla con tu médico y/o enfermera si tus síntomas empeoran.
Contenido elaborado por: Concepción Fernández. Junio 2020.