El corazón es un músculo hueco con cuatro cavidades, dos aurículas, que reciben la sangre del organismo y al contraerse, la pasan a los ventrículos, que, al llenarse, también se contraen y la bombean ya oxigenada al organismo. Estas contracciones(latidos) son generadas a través del sistema eléctrico del corazón, mediante impulsos eléctricos, con una frecuencia entre 60 y 100 veces por minuto.
Los latidos se originan en el nódulo sinusal, situado en la aurícula derecha, y a través de fibras, pasa a la aurícula izquierda y a los ventrículos. En condiciones normales el latido cardiaco es regular y cambia permanentemente de frecuencia para adaptarse a las necesidades del organismo, según las actividades que realice, siendo menor durante el reposo y el sueño y mayor durante el ejercicio físico y en situaciones que incrementen la demanda, como la ansiedad, el estrés, la fiebre…
El sistema eléctrico del corazón suele fallar como consecuencia de algunas enfermedades como el infarto de miocardio, por trastornos metabólicos o el efecto de fármacos y recuperar su normal funcionamiento al tratar la causa. En otras ocasiones, el fallo no es reversible, como en los procesos degenerativos propios de la edad, por los efectos de la arteriosclerosis o por enfermedades del sistema específico de conducción del corazón como:
- Enfermedad del nódulo sinusal, con enlentecimiento progresivo del pulso (bradicardia) y a veces alterna con fases de bradicardia, con otras de aumento de la frecuencia del corazón(taquicardia), lo que se llama síndrome bradicardia-taquicardia.
- Bloqueo aurículo-ventricular, el impulso eléctrico generado en la aurícula izquierda tarda más tiempo de lo normal en pasar al ventrículo, sin producir ningún problema o provocar bradicardia.
El enlentecimiento del pulso puede provocar mareos, pérdida del conocimiento, dificultad para respirar, cansancio y a veces palpitaciones. Si la reducción de pulsaciones es súbita y transitoria, de pocos segundos, puede producir cansancio, pérdidas de conciencia (síncope) falta de respiración, dolores en el pecho, palpitaciones, embotamiento y dolores de cabeza y/o mareo más o menos intenso, ya que disminuye el riego del cerebro. Si este enlentecimiento del pulso es intenso y persistente, con duración mayor a unos pocos segundos(asistolia), el enfermo puede tener incluso daño cerebral o muerte. Estas situaciones pueden corregirse con el implante de un marcapasos.
Los marcapasos son aparatos eléctricos, como un miniordenador, capaces de detectar los latidos cardiacos propios y de emitir pequeñas descargas eléctricas que hacen latir el corazón cuando los impulsos propios faltan o son demasiado lentos, evitando que la frecuencia cardiaca descienda por bajo de un cierto valor, que se habrá programado previamente de manera externa.
El marcapasos consta de un generador, de unos cuatro centímetros de diámetro y unos milímetros de grosor, que contiene un pequeño circuito eléctrico y una pila que le suministra la energía. Puede ser:
- Con electrodos: al generador se conectan unos cables muy finos llamados electrodos, que se llevan hasta las cavidades del corazón. Puede tener 1 solo electrodo, para estimular la aurícula o el ventrículo (marcapasos monocameral), 2 electrodos, uno para la aurícula y otro para el ventrículo (marcapasos bicamerales), los más frecuentes o tener 3 electrodos, para estimular la aurícula y ambos ventrículos (marcapasos tricamerales o de resincronización), cuando el corazón se contrae de forma descoordinada, asincrónica y con poca fuerza.
- Sin electrodos, el generador se coloca directamente dentro del corazón.
Cada alteración del ritmo del corazón, y teniendo siempre en cuenta el estado general de cada paciente, requiere un tipo de marcapasos específico y una estimulación oportuna. La elección del más adecuado a cada paciente será realizada por el médico en función de la enfermedad a tratar, del estado general del paciente y de otras enfermedades que pueda padecer, siempre informándole previamente y teniendo en cuenta sus preferencias.
Una vez implantado, el marcapasos puede controlarse y programarse externamente, mediante un cabezal de programación que se coloca en el lugar del implante, sobre la piel o de manera inalámbrica, a través de un transmisor. El programador permite realizar comprobaciones automáticas y ajustar la frecuencia, el gasto de energía…según la necesidad de cada paciente.
Implante del marcapasos
Marcapasos con electrodos
La implantación de un marcapasos es una cirugía corta. En el quirófano o sala de la Unidad de arritmias, la enfermera le colocará unos electrodos en el pecho (electrocardiograma tensión, oxigenación, etc.), le colocarán un suero para ponerle medicación y le rasurarán y desinfectarán la zona donde se colocará el marcapasos. El procedimiento se hace generalmente con anestesia local y consiste en introducir uno o dos electrodos hasta el corazón a través de una vena, controlando su avance mediante rayos X, que se conectan al generador, implantado habitualmente en el tórax, debajo de la piel, justo debajo de una de la clavícula y, a veces, en el abdomen. Se cierra la piel, normalmente con sutura reabsorbible. Un pequeño hematoma en la zona de incisión puede ser normal; desaparecerá solo a las 3-4 semanas.
Marcapasos sin electrodos
Los marcapasos MICRA™: por la vena femoral, se introduce un catéter hasta la pared interna del ventrículo derecho, donde el marcapasos queda enganchado de forma segura. De tamaño muy reducido (2, 6 cm. de longitud y 6.7 mm de diámetro), con menos complicaciones relacionadas con los cables, como fracturas, acodamientos, trombosis venosa…y menor incidencia de hematoma, infección o erosión de la piel.
Su duración es similar al resto de los marcapasos.
El tiempo de la intervención pude ser de 60-90 minutos, excepto en los marcapasos tricamerales, con mayor complejidad de colocación y con frecuencia la intervención se prolonga entre dos y cuatro horas.
Si todo va bien, a las 24h puede volver a casa, tras realizarle una radiografía y comprobar que el dispositivo funciona correctamente con los parámetros ajustados a su caso en particular.
Tras el implante del marcapasos y después de los primeros días de recuperación, se puede hacer una vida normal e incluso más activa que antes, si estaba limitada por los síntomas. Sólo hay que evitar golpes, movimientos bruscos, rozaduras o cualquier actividad que pueda dañar localmente el dispositivo. Los síntomas que notaba antes, mareos, fatiga, pérdida de conciencia, provocados por alteraciones en el ritmo o de la fuerza de bombeo de su corazón van a desaparecer y en algunos casos podrá tener mayor tolerancia al ejercicio.
Complicaciones
Las principales complicaciones del procedimiento, poco frecuentes, son sangrados o lesión del pulmón durante el pinchazo de la vena para introducir los cables y raramente, pero muy grave, la perforación de las paredes del corazón al colocar los cables, que requiere intervención urgente en el quirófano.
Derivadas de los cables, desplazamiento o fractura del cable. derrame pleural o hemotórax, acúmulo de sangre en la pleura, o neumotórax, acúmulo de aire en la pleura.
Otras complicaciones son el sangrado o hematoma por la incisión de la piel (especialmente en pacientes que toman anticoagulantes, como el sintrom) suelen resolverse con vendaje compresivo.
Infección de alguno de los componentes del dispositivo o de la herida.
Mal funcionamiento del dispositivo que obligue a su retirada y reimplantación
Vida del marcapasos
La batería del marcapasos tiene una duración que depende esencialmente de la energía necesaria para estimular el corazón y del uso que se haga del dispositivo, por lo que es variable entre pacientes. En la actualidad los dispositivos suelen a durar entre 8 y 15 años.
Su médico y/o enfermera conocerá en los controles el estado de la batería, con un margen muy amplio de tiempo (meses) antes del agotamiento total de la pila.
El cambio de batería es una intervención quirúrgica sencilla, en la que se abre de nuevo la zona dónde está alojado el generador, se desconecta el electrodo del generador, y se implanta un nuevo generador. Sólo en contadas ocasiones, será necesario cambiar el sistema al completo.
Revisiones
Deberá realizar revisiones periódicas, presenciales o remotas, a través de sistemas de monitorización domiciliaria, que transfieren toda la información de los dispositivos a la consulta de seguimiento.
Las revisiones presenciales se hacen en una consulta especializada, con aparataje específico (programadores), con enfermera y/o médico especializado. En ella, le preguntarán sobre su estado, la presencia de síntomas y el aspecto de la herida quirúrgica, sobre todo en el implante reciente. Le realizarán un electrocardiograma y mediante el programador, revisarán y/o modificarán los parámetros y verán el estado de la pila del marcapasos.
Las revisiones remotas pueden ser enviando al hospital, el propio paciente o cuidador, los datos de funcionamiento del marcapasos, almacenados desde la anterior revisión (seguimiento remoto) o envío directo mediante de las alteraciones o cambios en los datos mediante un sistema automático que hace una revisión diaria (monitorización remota). El personal de la consulta revisa los datos recibidos y contacta con el paciente siempre que vea cualquier anomalía, para conocer el estado del paciente y ver si es necesario una revisión presencial para realizar una exploración física del paciente y/o modificar la programación.
La periodicidad de las revisiones, tanto presenciales, como remotas o ambas, depende de la organización de la consulta y de las necesidades del paciente, a criterio del médico. Hay pacientes en el que el sistema o el propio paciente están inestables, con lo que las visitas serán más frecuentes; por el contrario, hay pacientes que solo se revisan a través de monitorización remota.
Recomendaciones
- Lleve siempre contigo la tarjeta europea de portador de marcapasos (MP). Enseñe la tarjeta a todo el personal sanitario encargado de su salud.
- Dieta cardiosaludable para mantener buena salud cardiovascular. El hecho de llevar un marcapasos, no precisa ninguna dieta.
- Desde el segundo día puede hacer movimientos suaves, pero sin levantar el brazo por encima del nivel del hombro, por dos semanas.
- Evite levantar pesos o realizar ejercicios bruscos, hasta pasadas unas semanas. Después, consulte con su médico y/o enfermera, ellos le indicarán cuando reanudar sus actividades habituales, aficiones, deportes.
- Ejercicio físico y deportes: caminar, nadar o montar en bicicleta son las actividades más recomendables para cualquier persona con y sin marcapasos.
Puede practicar deportes como tenis o golf, aunque exigen movimientos bruscos del brazo, pero evite los deportes en los que existe riesgo de recibir golpes en la zona del implante, como el fútbol o las artes marciales, ya que pueden alterar el funcionamiento del marcapasos. Si practica tiro, coja la escopeta con el brazo opuesto al marcapasos).
- No lleve ropa apretada sobre el marcapasos ni uses mochilas ni sujetadores con tirantes muy apretados. No lleve cargas pesadas colgadas en el lado del implante del dispositivo.
- Herida quirúrgica: la enfermera el día del alta le dirá cuando debe realizar la cura de la herida, dependiendo de su aspecto y el apósito utilizado (algunos no se deben levantar en 10 días, salvo incidencias). Durante los diez primeros días no debe mojar la herida por ningún motivo. En caso de apósito manchado con sangre, si es pequeño, no levantar el apósito y vigilar si aumenta de tamaño. Si empapa el apósito, consulte con su enfermera o centro más cercano para que valoren la cantidad.
- Puede tomar el sol con precaución, una exposición durante horas podría recalentar el metal que envuelve al marcapasos y producir una quemadura interna.
- Utilice el teléfono móvil alejándolo colocándolo sobre el oído opuesto al lado donde esté colocado el marcapasos y llévelo en la chaqueta o cinturón opuestos a la zona del marcapasos.
- Puede utilizar aparatos de rayos X, controles remotos de televisión (mandos a distancia), transmisores de televisión, hornos de microondas, detectores de metales, almohadillas eléctricas, radios de aficionados, afeitadoras eléctricas y mantas eléctricas, siempre que los aparatos se hallen en buen estado de conservación, tengan toma a tierra y no se coloquen sobre la zona donde se halla el marcapasos. Si manipula aparatos eléctricos, desconéctelos de la red eléctrica. Evite la soldadura eléctrica.
- Evite la proximidad de generadores o motores eléctricos o magnéticos muy potentes, centrales y subestaciones generadoras de energía eléctrica, la proximidad de líneas de alta tensión o de transformadores eléctricos de alta potencia y los hornos industriales de inducción
- No coloque ni aproxime imanes a la zona del marcapasos. No manipule equipos pesados, motores con imanes potentes (nunca manipule en los distintos elementos del motor del coche con el «capó» levantado y el motor en marcha), taladradores eléctricos e instrumentos vibradores (las vibraciones pueden aumentar el número de sus pulsaciones).
- No se detenga ni se apoye en los sistemas antirrobo de los cajeros automáticos o centros comerciales. Puede pasar de largo sin problema.
- Podrá conducir transcurridas al menos dos semanas desde la implantación (4 en vehículos tipo «C» o superior), con informe favorable del cardiólogo, que verifique el buen estado del dispositivo y la curación de la herida. Para la renovación, cada 3 años (2 en vehículos tipo «C» o superior), será necesario un informe médico positivo.
- Puede viajar, salvo que tenga otras afecciones, en cualquier modo de locomoción; los radares de control de velocidad de los cuerpos de seguridad del estado no producen interferencias y los arcos detectores de metales tampoco, pero debe avisar al entrar o salir que usted es portador de un marcapasos.
- Puede mantener relaciones sexuales con toda normalidad. Las mujeres portadoras de un marcapasos pueden quedarse embarazadas y dar a luz sin ningún tipo de problema.
- Ante cualquier procedimiento dental o médico no relacionado con el marcapasos, informe a los dentistas, médicos y/o técnicos de que es portador de un marcapasos. Quizá necesiten consultar a su cardiólogo antes de realizar el procedimiento; algunos procedimientos pueden requerir medidas de precaución que prevengan o minimicen cualquier interferencia.
Las radiografías normales, las ecografías y los escáneres no producen alteraciones; antes de realizar una resonancia magnética nuclear (RMN), consulte a su médico.
- Informe puntualmente su condición de portador de marcapasos ante la necesidad de tratamientos de litotricia (bañeras), radioterapia, cardioversión o ablación eléctrica, electrochoque, diatermia o estimulación eléctrica transcutánea (TENS), ya que pueden generar interferencias significativas. Los procedimientos con láser pueden aplicarse, salvo en la zona del marcapasos.
- Acuda puntualmente a las citas para el control del marcapasos, pero estas revisiones, no sustituyen a otras consultas de distintos problemas de salud que pueda tener (hipertensión, diabetes...) y el hecho de llevar un marcapasos no interfiere con los fármacos que pueda necesitar.
- Lleve siempre un informe clínico completo, tanto de tu patología general y/o cardiaca como un informe de la última revisión del marcapasos.
- Vigile si la zona en la que está implantado el generador ha aumentado de tamaño y/o ha cambiado de color:
- Hinchazón tras el implante. Esta situación se da sobre todo si el paciente está anticoagulado con Sintrom®, nuevos anticoagulantes y/o heparina subcutánea. El motivo puede ser un sangrado que se acumula en la zona de la bolsa del generador y que forma un hematoma abultado. Puede ser necesario un vendaje compresivo para que se vaya reabsorbiendo.
- Signos de infección: fiebre, dolor, sensibilidad dolorosa al tacto hinchazón, enrojecimiento o drenaje de la herida. Si en cualquier momento, aunque haya tiempo, aparece hinchazón en la zona con enrojecimiento local y dolor y especialmente si se acompaña de fiebre debe consultar inmediatamente para descartar infección; tome la temperatura dos veces al día y si está elevada, aunque no sea mucho, debe consultar.
- Consulte siempre ante:
- Hipo prolongado
- Sudoración
- Mareos o desmayos
- Hinchazón en piernas y tobillo
- Cansancio y dificultad para la actividad diaria
- El MP produce sonidos o vibraciones (asegúrese de que no hay otra fuente cercana de “pitidos”)
- Frecuencia del pulso más lento o más rápido de lo normal
- Dificultad para respirar
- Si empeora tu situación clínica.
Concepción Fernández
Actualizado junio 2023