La OMS define la droga como " toda sustancia que, introducida en el organismo por cualquier vía de administración, produce una alteración de algún modo, del natural funcionamiento del sistema nervioso central del individuo y es, además, susceptible de crear dependencia, ya sea psicológica, física o ambas”.
En 2020, las drogas con mayor prevalencia de consumo en la población española de 15-64 años, fueron el alcohol, el tabaco y los hipnosedantes, con o sin receta, seguidos del cannabis y la cocaína. Las sustancias que se empiezan a consumir a una edad más temprana son el tabaco y el alcohol, seguido del cannabis. El consumo suele ser mayor de 15 a 34 años, salvo en el caso de los hipnosedantes y los analgésicos opioides, con o sin receta, que se utilizan las personas en la edad más avanzada. Las nuevas sustancias psicoactivas, (cannabis, cocaína, éxtasis…), imitan el efecto de drogas ilegales y tienen mayor prevalencia entre 25-34 años.
En España, en 2020, se notificaron 4.657 episodios de urgencias relacionados con el consumo no terapéutico o no médico de alguna droga.
Cannabis
El cannabis, normalmente consumido como el tabaco, llega rápidamente al cerebro, en donde se acumula y se va eliminando muy lentamente (una semana después de consumirlo, el organismo no ha conseguido eliminar más que el 50%). Su efecto dura 2-3h.
Dosis bajas o moderadas incrementan la actividad simpática y reducen la actividad parasimpática, generando taquicardia y aumento del gasto cardiaco. El aumento del consumo de oxígeno que puede ocasionar una disminución del umbral de angina en pacientes con cardiopatía isquémica subyacente, activar la ruptura de placa de ateroma, y, en raras ocasiones, infarto de miocardio.
Dosis elevadas producen una inhibición simpática y activación parasimpática que ocasiona bradicardia e hipotensión.
Cocaína
La cocaína, una de las drogas más adictivas y peligrosas, actúa en el cerebro modificando las sensaciones de gratificación y del placer. Su consumo continuado reduce la capacidad de experimentar placer de forma natural (a través del sexo, la comida…) y les hace menos sensibles a las gratificaciones y emociones.
Aumenta la actividad del sistema nervioso simpático, incrementa las catecolaminas circulantes (adrenalina), con aumento de las frecuencias cardiaca y respiratoria, de la presión arterial, vasoconstricción…, según la dosis tomada, los factores de riesgo y cardiopatías preexistentes. La posibilidad de sufrir un infarto agudo de miocardio, en personas de bajo riesgo, es 24 veces superior durante los 60 minutos siguientes al consumo de cocaína, independientemente de la dosis, la vía, tanto en consumidores esporádicos habituales e incluso si es la primera dosis.
Éxtasis
Tanto el éxtasis como sus derivados anfetamínicos estimulan la liberación de noradrenalina, dopamina y serotonina del sistema nervioso central y terminales nerviosas periféricas autonómicas, ocasionando taquicardia, vasoconstricción y elevación de la presión arterial.
Heroína
Es el opiáceo más utilizado (fumado, inhalado o en vena), regula procesos físicos y psíquicos como la sensación de placer, de satisfacción, el control del dolor y de las funciones respiratorias y cardiovasculares. Altamente adictiva, con efectos muy placenteros que ocasiona tolerancia y necesidad de dosis más altas, cada vez, para conseguir el mismo efecto o evitar los síntomas de abstinencia.
A nivel cardiovascular, puede ocasionar bradiarritmias y altas dosis, taquicardias ventriculares y muerte súbita, infecciones asociadas a su administración por vía intravenosa y/o provocadas por virus como el de la inmunodeficiencia humana (VIH) al compartir las jeringuillas y/o mantener relaciones sexuales sin protección.
Además, hay adiciones sin consumo, como el juego patológico, la percepción de normalidad en el consumo de alcohol y cannabis por parte de menores…por lo que además de centrar la prevención en las personas, se deben proteger los entornos y promover conductas y hábitos de vida saludables, uso saludable de las nuevas tecnologías y alternativas de ocio sanas, en los que no haya espacio para sustancias y/o conductas adictivas de manera universal.
La prevención ante cualquier problema relacionado con las adicciones solicitar ayuda a los profesionales de la salud de atención primaria para que evalúen y deriven, si es necesario, a un centro de tratamiento específico.
Concepción Fernández
Actualizado junio 2023