Cumplir adecuadamente el tratamiento en las enfermedades crónicas se relaciona con una menor probabilidad de recaídas y complicaciones secundarias, y una menor morbimortalidad.
La Organización Mundial de la salud define la adherencia terapéutica como “el grado en el que la conducta de una persona, en relación con la toma de medicación, el seguimiento de una dieta o la modificación de hábitos de vida, se corresponde con las recomendaciones acordadas con el profesional sanitario”.
Sin embargo, muchos pacientes con enfermedades crónicas abandonan el tratamiento o hacen un mal seguimiento del mismo, lo que disminuye la eficacia del tratamiento, empeora los resultados en salud y ocasiona un impacto negativo en el gasto sanitario, con la consiguiente insatisfacción del paciente y de los sanitarios.
Incumplimiento terapéutico
La falta de adherencia puede ser voluntaria o intencionada, cuando el paciente, conscientemente, no quier tomar los fármacos prescritos o involuntaria o no intencionada, por pérdida de memoria o autonomía del paciente, tratamientos complejos, con múltiples fármacos y/o falta de establecimiento de rutinas y hábitos diarios que favorezcan la toma correcta de los mismos.
El incumplimiento puede ser total, cuando se abandona por completo o parcial, cuando:
- Se olvidan tomas o se toman dosis menores por miedo a efectos adversos, no percibir beneficios de mejoría o de curación sin finalizar el tratamiento y/o creencia de que la medicación es innecesaria o excesiva(incumplimiento esporádico)..
- Se abandona en las etapas de estabilidad de la enfermedad y se reinicia cuando aparecen síntomas(incumplimiento secuencial).
- Se toma cuando está próxima la cita médica o de la enfermera, muy frecuente en pacientes con presión arterial alta y colesterol elevado(cumplimiento de bata blanca).
Factores que influyen en la falta de adherencia
Caracerísticas del paciente
La edad, sexo, religión, nivel educativo, situación laboral, factores psicológicos como la ansiedad o depresión, las creencias, vivencias, percepciones, circunstancias personales…pueden influir positiva o negativamente en la adherencia terapéutica.
La enfermedad
La adherencia a los tratamientos es menor si las enfermedades son asintomáticas y mayor cuando son sintomáticas. La mayor gravedad de la enfermedad se asocia a mayor cumplimiento y la pluripatología a menor adherencia debido a la polimedicación.
Relación profesional sanitario-paciente y organización sanitaria
Una buena comunicación con el médico y la enfermera y la toma de decisiones compartidas basadas en la confianza, van a mejorar la adherencia a los tratamientos.
La accesibilidad a las consultas, los tiempos de espera no prolongados y los tiempos suficientes de consulta favorecen la relación del paciente con los profesionales sanitarios.
Comunidad, familia y medio laboral
El apoyo familiar con el que cuenta el paciente, los aspectos sociolaborales que le afectan y cuestiones culturales relacionadas con su comunidad influyen directamente en la adherencia terapéutica.
Cómo mejorar la adherencia farmacológica
- Establecer un calendario con horarios y días y el nombre del medicamento, la hora en la que se debe tomar, el color del envase y la dosis.
- Asociar la toma de un fármaco con una tarea diaria específica y utilizarse un reloj de pulsera con alarma como recordatorio.
- Pedir a un familiar o cuidador que le ayude en el control de cada medicamento.
- Ordenar los medicamentos por sector de hora mañana, tarde y noche y mantenerlos en un lugar visible.
- Utilizar organizadores de fármacos que disponen de múltiples compartimentos, para cada día de la semana y/o para diferentes momentos del día.
- Anotar los efectos positivos y negativos del tratamiento y hablarlos con su médico y/o enfermera.
- No abandoanr nunca el tratamiento sin indicación explícita de su médico y/o enfermera.
Adherencia no farmacológica
Además del tratamiento farmacológico de la enfermedad cardiovascular, es necesario realizar y mantener cambios y modificaciones conductuales en el estilo de vida no saludable para reducir el riesgo cardiovascular y mantener controlada la enfermedad. En muchas ocasiones, con una alimentación saludable, bajo consumo de sodio, control del peso, eliminación del tabaco y el alcohol y un nivel adecuado de ejercicio físico se pueden controlar factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión o la hipercolesterolemia, sin necesidad de tratamiento farmacológico o retrasando su inicio.
Las personas que adoptan estilos de vida saludables tienen más probabilidades de envejecer con éxito y disfrutar de una mayor calidad de vida. Sin embargo, la mayor parte de la población no es consciente de la relación entre la salud y el estilo de vida y solo sólo una pequeña parte de los pacientes con enfermedad cardiovascualr sigue estas recomendaciones.
Los motivos para no realizar las medidas higiénico-dietéticas son variados, muchos pacientes piensan que es suficiente el tratamiento farmacológico, otros expresan la dificultad de realizarlo, o que no tienen tiempo…
Mantener hábitos de vida saludables y el control de los factores de riesgo puede reducir de forma significativa la incidencia de enfermedades cardiovasculares en la población general, tanto en personas sanas como en aquellas que ya han sufrido algún tipo de evento cardiovascular.
Su enfermera le asesorará sobre las conductas cardiosaludables a seguir y cómo gestionar adecuadamente el control de los factores de riesgo cardiovascular.
Concepción Fernández
Noviembre 2023