La toxicidad cardiovascular derivada de los tratamientos antitumorales un problema clínico creciente. El cáncer y la ECV) están conectados por múltiples mecanismos fisiopatológicos y comparten factores de riesgo, de modo que el tratamiento conjunto de ambas condiciones plantea un reto y requiere un abordaje multidisciplinar por equipos de cardio-onco-hematología. La enfermera la enfermera juega un papel fundamental en la prevención de la cardiotoxicidad, con estrategias costo-efectivas como identificación, control y monitorización estricta de los FRCV antes, durante y después del tratamiento, detección precoz de signos y/o síntomas de alarma y la promoción de un estilo de vida cardiosaludable.