La alta prevalencia de la ECV, ocasiona un gran impacto en la salud y la calidad de vida de las personas(deterioro funcional y/o psicológico, tratamiento farmacológico crónico y efectos secundarios…) y gran repercusión económica y laboral.
Un control adecuado de los FRCV puede evitar hasta el 80% de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo estamos aún muy lejos de lograr los objetivos control de los factores de riesgo cardiovascular. Concretamente, la mujer, tiene una menor percepción sobre el riesgo cardiovascular, lo que hace que esté infradiagnosticada y consecuentemente infra tratada.
La adherencia farmacológica es uno de los pilares en la prevención primaria y secundaria de la ECV. La educación y seguimiento de pacientes en tratamiento con inhibidores de la PCSK9 llevada por enfermería es factible y parece asegurar asegura la adherencia del paciente al fármaco y las medidas dietéticas, y control de los efectos terapéuticos y adversos del fármaco.
Conchi Cruzado, Ana Martín y Mª José López nos hablan de todos estos aspectos.