La enfermería en cardiología ha experimentado un crecimiento notable en los últimos años, consolidándose como un elemento clave en el cuidado cardiovascular. Este avance no solo ha permitido que nuestro trabajo sea cada vez más visible y reconocido, sino que también ha enfatizado su valor como un pilar fundamental tanto en la práctica asistencial como en la toma de decisiones clínicas. Gracias al esfuerzo constante y colaborativo de muchas enfermeras, hemos logrado hitos significativos que podrían marcar un antes y un después en el reconocimiento de nuestra profesión en el país.
Uno de los logros que me gustaría destacar de este 2024 ha sido la redacción del documento marco de la enfermera en cuidados de salud cardiovascular, desarrollado en conjunto con el Consejo General de Enfermería. Este documento establece un camino claro hacia el reconocimiento profesional que durante tanto tiempo hemos estado solicitando las enfermeras de cardiología. Representa un hito fundamental para consolidar nuestro papel en la cardiología, no solo en el ámbito asistencial, sino también en gestión, políticas y toma de decisiones.
Nuestra pasión por la mejora continua se refleja especialmente en el ámbito formativo. Este año, en nuestro campus de formación, hemos emitido más de 2.000 certificados, una cifra que refleja la salud formativa de la enfermería en cardiología. Este entusiasmo por aprender y mantenernos actualizadas es una respuesta directa a la constante evolución de esta disciplina médica, en la que las nuevas tecnologías, los avances en tratamientos y la investigación requieren de profesionales altamente capacitados y comprometidos con el conocimiento.
La acogida de los webinar de la AEEC ha sido excepcional. Durante estos dos años, hemos publicado 23 sesiones, que suman un total de 30 horas de formación y divulgación enfermera, alcanzando más de 70.000 visualizaciones. Este notable interés por parte de los profesionales de la enfermería subraya la relevancia de estas iniciativas, que no solo contribuyen a la formación continua de nuestras profesionales, sino que también fomentan la difusión del conocimiento enfermero y nos otorgan una mayor visibilidad en el ámbito de la cardiología.
Conscientes de nuestro papel como educadoras en salud, hemos identificado la necesidad de trabajar directamente con los pacientes. Este año, hemos lanzado un innovador programa de píldoras formativas en colaboración con la Asociación Española de Miocardiopatía Hipertrófica. Este programa está diseñado para enriquecer la educación de los pacientes y sus familias, ayudándoles a comprender mejor su enfermedad, gestionar su tratamiento y adoptar hábitos de vida más saludables. Además, se convierte en un foro interactivo donde los pacientes pueden realizar preguntas directamente a las enfermeras, fomentando un diálogo abierto y esclarecedor. La formación de los pacientes es un pilar esencial de nuestra práctica y estas iniciativas nos permiten acercar el conocimiento a quienes más lo necesitan, promoviendo así el empoderando a los pacientes en su proceso de salud.
El papel de las enfermeras en la investigación ha adquirido una creciente relevancia. Cada vez son más las profesionales que logran combinar su labor asistencial con actividades de investigación, generando estudios de gran rigor científico que enriquecen nuestra disciplina. Es especialmente alentador observar el aumento en el número de enfermeras doctoradas, lo que no solo eleva la calidad de nuestras investigaciones, sino que también refuerza nuestra presencia en el ámbito científico. Este incremento en la producción de publicaciones científicas por parte de enfermeras demuestra que estamos a la par de otras disciplinas en calidad (no tanto en cantidad). Sin embargo, enfrentamos un desafío significativo: la falta de apoyo en algunos entornos de trabajo, donde no se proporciona el tiempo necesario para que las enfermeras puedan equilibrar sus responsabilidades asistenciales con la investigación. Es esencial que reconozcamos la importancia de este equilibrio, no solo para el avance de nuestra profesión, sino también para garantizar una atención óptima al paciente basada en la evidencia científica.
Como Asociación, uno de nuestros objetivos fundamentales es el fortalecimiento de alianzas estratégicas con otras organizaciones científicas. A través de estas colaboraciones buscamos enriquecer nuestras prácticas, intercambiar conocimientos y desarrollar iniciativas conjuntas que mejoren la atención cardiovascular. Este año, hemos dado un fuerte impulso a nuestra colaboración con la Fundación Española del Corazón (FEC), con quienes compartimos la misión de promover la salud cardiovascular en la sociedad. Estas alianzas no solo nos permiten ampliar nuestra red de colaboración, sino también fortalecer la influencia de la enfermería en debates y decisiones científicas claves en cardiología.
Estamos experimentando un incremento significativo en nuestra visibilidad en foros científicos y redes sociales, lo cual es una clara señal de que nuestro trabajo está siendo reconocido y valorado. Cada vez más, nos invitan a participar en jornadas y coloquios promovidos no solo por sociedades científicas, sino también por fundaciones de pacientes e industria. Este creciente interés en nuestra visión y contribuciones dentro del ámbito de la cardiología es alentador. Además, hemos observado un notable crecimiento en el número de asociados en los últimos años, lo que refleja el compromiso y la confianza que las enfermeras en cardiología depositan en nuestra labor como entidad que comparte sus intereses, tanto profesionales como por el avance de nuestra especialidad.
El camino hacia el reconocimiento y la consolidación del rol de la enfermera en cardiología es un proceso continuo que depende del esfuerzo colectivo y la colaboración de todas nosotras. Gracias a la dedicación y el compromiso de cada enfermera hemos logrado avances significativos, como la redacción de manuales, la definición de perfiles profesionales, la implementación de programas formativos y el desarrollo de diversas iniciativas que refuerzan nuestra especialización. Este trabajo constante nos ha permitido redactar este año el documento marco de la enfermera en cuidados de salud cardiovascular, un paso importante en nuestro recorrido. Miramos hacia el futuro con confianza, sabiendo que nuestra labor seguirá siendo esencial y excepcional en el cuidado cardiovascular y que, juntas, continuaremos avanzando en el camino hacia el reconocimiento que merecemos.
Para finalizar, este es mi último congreso como presidente de la AEEC y quiero aprovechar esta oportunidad para expresar mi más sincero agradecimiento a cada una de las enfermeras con las que he tenido el privilegio de trabajar durante estos tres años. Su dedicación y esfuerzo han sido fundamentales para avanzar en los objetivos que nos hemos propuesto y para responder a las demandas de nuestra Asociación. También quiero dar las gracias a todas las enfermeras que trabajan en los distintos ámbitos de la cardiología, quienes, a través de su labor diaria, resaltan la importancia de nuestra especialización. Asimismo, quiero agradecer de corazón a todas las enfermeras que han participado en el 45.º Congreso Nacional de la AEEC, tanto en la organización como en el envío de trabajos científicos. Su contribución ha sido vital para elevar el contenido del evento, consolidándolo como el mayor congreso científico enfermero en cardiología de nuestro país.
Isaac Moll Adrián
Presidente Asociación Española de Enfermería en Cardiología (AEEC)