En los últimos años, diversos estudios han demostrado que el DAI disminuye la mortalidad súbita a valores que pueden situarse en torno al 1-2% anual.
La tasa de muerte cardíaca repentina de origen eléctrico es desconocida. Las estimaciones realizadas sugieren en torno a 400.000 muertes repentinas cardíacas anuales en los EE. UU y 150.000 en el oeste de Europa y en España la tasa de muerte cardiaca está en torno a 16.000 muertes anuales, causadas en su mayoría por taquiarritmias ventriculares. Por lo tanto, la muerte repentina es un importante problema de salud pública.